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El Cabildo sustituye 305 eucaliptos por laurisilva en tres fincas para recuperar el bosque de Doramas de Gran Canaria

Canarias Noticias - 28/04/2020

- El Cabildo ha sustituido 305 eucaliptos por 15.000 plantas de laurisilva en casi 12 hectáreas de tres fincas privadas para recuperar el antiguo bosque de Doramas de Gran Canaria en Moya y Firgas, donde además de talar y recubrir los tocones con plásticos negros para evitar el rebrote de los eucaliptos, aprovechó el material para realizar labores de restauración del suelo.

Los trabajos de sustitución de eucaliptos forman parte del proyecto de Repoblación forestal en fincas particulares dirigido por el Cabildo y ejecutado por Gesplan en el marco del programa PostLIFE+Rabiche. En esta ocasión se ejecutaron en las fincas del Comandante, el Rayo y San Fernando, por lo que la Institución agradece su colaboración al ceder estos terrenos para que sean repoblados con la flora que reinaba en Gran Canaria antes de la conquista, la laurisilva, una planta que sobrevivió al terciario solamente en la Macaronesia y que protegerá Gran Canaria de los incendios, subrayó la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez.

La finca del Comandante tiene una superficie de 5 hectáreas y el Cabildo ha actuado en 2,3 de ellas, mientras que intervino en 4,5 hectáreas de las 14,7 que tiene el terreno del Rayo, y en San Fernando, que posee una extensión de 8,8 hectáreas, trabajó en 4,9. Todas ellas se sitúan en la cara norte de Gran Canaria, en los municipios de Firgas y Moya, detalló el técnico insular responsable de este trabajo, Benjamín Artiles.

Junto a los trabajos de sustitución también se realizaron tareas de desbroce y limpieza de 1.355 eucaliptos.

La finca del Comandante destaca por ser el terreno más castigado de todos, no solo por la presencia de eucaliptos sino también por las consecuencias de la acción humana ya que esta superficie había sido transformada en un área recreativa no regulada para motos y bicicletas. Por este motivo, es importante que la población se conciencie de la importancia que implica mantener vivos los bosques de la isla y ayude a su conservación.

Para revertir esta situación y recuperar el medio de esta parcela, detalló Gustavo Viera, técnico de Gesplan, se sustituyeron 100 eucaliptos por 3.000 árboles de laurisilva o monteverde, entre ellos faya, palo blanco, barbusano y brezo, algunas de las especies más resistentes dentro de la laurisilva que se adaptan fácilmente al suelo y que se utilizan para conquistar territorio y abrir paso a las plantas que se incluirán más tarde.

Estas mismas especies se utilizaron en el Rayo, donde se plantaron 9.000 plantas y se reemplazaron 150 eucaliptos, y en San Fernando, donde se sustituyeron 55 eucaliptos por 3.000 futuros árboles de monteverde.

¿Por qué se sustituyen los eucaliptos?

El eucalipto se introdujo en la isla hace casi 200 años para el cultivo forestal al tratarse de una especie resistente y de fácil propagación, sus palos servían para obtener puntales para la construcción y la leña para las cocinas de los hogares grancanarios, sin embargo, los avances en la sociedad motivaron el abandono de estos cultivos.

Esta especie no autóctona conlleva dos graves problemas para los bosques de Gran Canaria, el primero que la química que generan no permite la entrada de otras especies dentro del eucaliptal, y el segundo que empobrecen los suelos. Aun así, los eucaliptos no se eliminan por completo, sino que se dejan varios porque tienen la función de dar sombra, aunque sí es importante controlarlos.

Proceso de sustitución

El primer paso para la sustitución de eucaliptos es seleccionar los árboles que se van a podar, se cortan, se trocean y se aprovechan para la restauración del suelo mediante la elaboración de fajinadas, esto es, barreras artificiales de madera colocadas de forma estratégica en zonas de pendiente para controlar la escorrentía natural de la lluvia y así evitar el arrastre del suelo. Los tocones que quedan tras cortar los eucaliptos se cubren con un plástico negro que impide el paso de la luz solar y así evitar que broten de nuevo.

Para asegurar el suministro de agua de las nuevas plantas se instalan depósitos de 12.000 litros de agua cada uno con líneas de riego, luego se plantan los árboles dejando dos metros de distancia entre ellos, y se riegan durante uno o dos años, dependiendo de las condiciones meteorológicas para que las plantas nuevas se adapten al medio.

Asimismo, el Cabildo desarrolló trabajos de limpieza y desbroces para eliminar la vegetación pirófita (helechos, cañas, zarzales) que acelera la propagación de los incendios forestales y lograr formar finalmente mediante la laurisilva una barrera verde contra los incendios.

Así, este proyecto de repoblación forestal se inició en octubre de 2019 y finalizará a mediados de mayo de 2020, aunque las tareas de mantenimiento de riego, limpieza y desbroce se ejecutarán hasta 2022 para que los árboles arraiguen.

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