El alcalde de Tazacorte explicó durante la noche que el frente de la colada se encuentra a unos 300 metros

La situación de relativa calma en la que se encontraba el volcán en Cumbre Vieja se rompió a última hora de la tarde de ayer. Y volvió con más fuerza. Después de tomarse un periodo de descanso, como lo denominan los expertos, los cuatro focos de emisión actualmente activos volvieron a rugir durante toda la noche, expulsando una gran cantidad de lava de forma intensa. La calma espera, en un primer lugar, desconcertó a los expertos en la materia, que llegaron a temer por la creación de una nueva boca de forma explosiva.

Las imágenes en directo desde la isla de La Palma nos mostraban cómo los ríos de lava se abrían camino por el recorrido ya avanzado por las anteriores coladas. Pero en este caso se fueron abriendo más, haciéndose más anchas y afectando a edificaciones a las que no habían llegado las primeras coladas de lava.

Llegada al mar

Es la gran incógnita en estos momentos. Si al final llegará al mar y, sí lo hace, cuándo podría ser. Dependerá, en gran parte, del nivel de lava emitido por el cono del volcán y del resto de focos emisores. Durante la noche, los ríos de lava han iluminado la oscuridad de la isla, con fuertes explosiones desde lo más interno del volcán. Juan Miguel Rodríguez, alcalde de Tazacorte, explicó en Radio Televisión Canaria que el frente de la colada se encontraba a 300 metros de esta localidad, el próximo 'objetivo' en su camino hacia al mar, del que le separarían aproximadamente un kilómetro.

Otra de las preocupaciones en la isla es el hecho de que las coladas de lava atraviesen las principales vías de comunicación de la zona. Los cortes de algunas carreteras ya han obligado a tener que tomar caminos alternativos, por lo que algunos trayectos se han visto afectados, teniendo que realizar desvíos.