La energía solar en Canarias, en plena expansión
La energía fotovoltaica en Canarias está llamada a acabar con la gran paradoja energética de la región: tener potencial natural de sobra para ser líder europea en renovables y, a pesar de ello, seguir dependiendo de los combustibles fósiles.
Al hilo de lo anterior, si, por poner un ejemplo de energías renovables, podemos disfrutar del autoconsumo de energía fotovoltaica ¿por qué no hacerlo?
Si como nos dice la empresa de autoconsumo, Otovo, la energía fotovoltaica no genera gases de efecto invernadero, si es inagotable y si reduce, o incluso llega a eliminar, la factura de la luz, ¿por qué, repito, no hacerlo?
Las condiciones climatológicas de Canarias propician la instalación de sistemas de energía renovable
Las islas son ricas en recursos de energía renovable, sobre todo por el viento y por el sol.
Las abundantes horas de luz del archipiélago permiten que la producción de una instalación de placas solares en Canarias sea mayor que en otras zonas.
Al mismo tiempo, las excelentes condiciones climatológicas del archipiélago hacen que el gasto energético en calefacción, aire acondicionado, etc. sea menor que el de otras zonas geográficas con un nivel de vida similar. De hecho, usando únicamente los tejados de edificios para producir energía solar, ya se superaría la demanda eléctrica actual de cada isla.
Canarias podría ser considerada como destino sostenible al potenciar las energías renovables
El ahorro que proporcionan las placas solares en hoteles y otros establecimientos de turismo posibilitaría ofrecer precios más competitivos en este sector industrial tan importante para Canarias, aparte de ofrecer al mundo la imagen de destino sostenible.
Pese a todo, en torno al 90% del consumo de energía de las islas sigue dependiendo de combustibles fósiles contaminantes traídos de otros lugares y a un precio tres o cuatro veces mayor que en la Península… La conclusión parece clara: Es hora de dejar de ver el autoconsumo fotovoltaico en Canarias como una novedad interesante y empezar a considerarlo la mejor oportunidad para que el archipiélago sea un ejemplo mundial de desarrollo sostenible.
Consumidores, industrias y regiones, al producir su propia energía, están menos expuestos a los caprichos de las multinacionales. Una instalación de placas solares se monta en cuestión de horas y no requiere apenas mantenimiento. Cinco o seis años bastan para recuperar la inversión realizada en unos equipos técnicos que tienen, literalmente, una vida útil de décadas.
Sobre el autoconsumo fotovoltaico en Canarias también se pueden decir algunas otras cosas:
Placas solares en Canarias
Hay un amplio catálogo de soluciones fotovoltaicas a la venta y la posibilidad de llevar a cabo tu instalación fotovoltaica en la isla del archipiélago en la que residas.
Placas solares en la isla de Tenerife, La Gomera, El Hierro, La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa, serán el resultado del mejor aprovechamiento de las energías renovables en las islas.
La energía fotovoltaica en Canarias significa autonomía para consumidores e industria.
El sistema eléctrico canario actual se caracteriza por su vulnerabilidad: a la poca interconexión energética que existe entre las distintas islas se unen unas redes eléctricas obsoletas y a las que le falta solidez.
Esta vulnerabilidad hace que para consumidores y empresas sea indispensable pensar en ganar la máxima autonomía energética posible y es aquí donde el autoconsumo fotovoltaico puede dar respuesta a esa necesidad. Un kit solar ofrece la posibilidad de producir energía fotovoltaica de forma localizada en la propia residencia o local industrial, satisfaciendo de forma inmediata las necesidades energéticas y reduciendo ostensiblemente la factura de la luz. La utilización de sistemas de almacenamiento como baterías garantiza asimismo el suministro eléctrico en los momentos en los que las placas solares producen menos energía (días nublados, primera y última hora del día, etc.)
La energía fotovoltaica en Canarias es una oportunidad para la economía y el medioambiente del archipiélago. El potencial está ahí. Las oportunidades de desarrollo y competitividad, también.
