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¿SABE USTED CUÁNTO LE CUESTA UN NINI?

Desde hace muchos años el sistema educativo español, que a usted le han vendido como uno de los mejores sistemas educativos del mundo aunque sea incapaz de hacer abandonar a España los últimos puestos del sistema de evaluación PISA genera un 30% de abandonos, es decir de chavales que abandonan sus estudios sin una formación académica mínima y sin ninguna formación profesional. Verdaderos analfabetos, no solo funcionales, sino puros analfabetos reales, no solo incapaces de ganarse la vida en un entorno profesional competitivo sino de incapaces de seguir los actuales tiempos tecnológicos donde cada dia aparecen nuevas tecnologías y nuevos retos.

Ahora hagámonos la pregunta ¿Cuánto nos cuesta al mes? , a usted y a mí, que el sistema educativo sea incapaz de darles a estos chavales la formación necesaria.

No vamos a entrar en los defectos del sistema, que son muchos y en cada CCAA diferentes, ni en las razones que esgriman los ninis, estas son tan variadas como ninis existen. Vamos a ver solamente cuanto nos cuestan.

Veamos, en asistencia social, cada nini es un receptor, necesitará pagas para integrarse socialmente, o sea poder salir un viernes y tomarse unas copas antes de llegar a casa el domingo por la noche, porque lo que es comida y casa ya están papá y mama para eso, cuando se independice lo hará patrocinado por papa Estado y será este el que esté siempre ahí para apoyar con una ayudita para pagar el alquiler, y la luz y el súper. O sea los impuestos de dos trabajadores para pagarle la vida al tercero.

Pero lo peor no es eso, ese nini cuenta en su aportación de estudios e ingresos en hacer la media de los estudios e ingresos que tiene el conjunto de los trabajadores españoles y eso amigo mío es criminal, en este asunto el nini no es solo un lastre es una piedra al cuello.

Gracias a los ninis los promedios fundamentales de estudios y eficiencia económica de la población bajan de tal manera que cuando nos comparamos con otras poblaciones europeas la media nos sitúa en puestos similares a algunos países del segundo mundo y determina los rangos salariales, ya de por si escasos y buitreados por una fiscalidad expropiatoria, de nuestras nóminas.

Así que amigo mío cuando reciba su próxima nómina pregúntese cuánto dinero le cuesta que Antoñito o Antoñita hayan decidido irse a trabajar a un chiringuito el verano y después seguir trabajando ayudando en cualquier comercio en vez de reintegrarse a su escuela para acabar sus estudios académicos y laborales. Entre un 20 y un 40% de su nómina bruta.

En otros países se trata este tema con lo que yo llamo el racismo educativo. Esto es, el desprecio hacia las personas sin unos estudios mínimos es tal que hacen imposible la vida en sociedad de cualquiera que se adscriba a vivir sin los mínimos conocimientos necesarios para ganarse la vida honradamente trabajando. No lo invitan ni a una barbacoa.

Y, el aprecio social por la persona que está profesionalmente ascendiendo es tal que esa persona solo por el hecho de estar estudiando ya es considerada adecuada para subir el próximo escalón social.

No sería malo aprender algo de esto.

En fin, mañana seguimos dándole leña al mono.

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