Según el INE viven solas en nuestra sociedad y país, 4,4 millones de personas.
Se habla de la herida de la soledad y del silencio de la soledad que hiere a muchas personas. En la realidad, claro está, no será lo mismo la persona que está y vive sola en su casa u hogar, pero que tiene hijos o no tiene, o aquella persona que sus hijos existen y habitan otra ciudad. Aquella persona si es hombre o si es mujer. Aquella persona que reside en una residencia con otras personas, con características semejantes a ella o no… Y, todas las variedades, posibles, si dispone de una pensión más alta o más baja, si vive en un pueblo pequeño o grande, si tiene nietos o no, -aunque vivan en otra ciudad-, si y si…
Ya saben ustedes, que un articulista tiene la función de mostrar realidades diversas, pero si redacta cien artículos al año, dos a la semana, es imposible que sepa de los cien temas que tocará y besará y rozará. Por consecuencia el que lee este tipo de textos de palabras, imágenes, conceptos, metáforas y símbolos, sabe que este género periodístico y literario, columnas y artículos de opinión, no es un artículo académico, ni universitario, ni tampoco es una noticia periodística con datos y fuentes contrastadas, y, por lo general, tienen de media ochocientas/mil palabras por lo cual solo pueden catar y nadar en algunos aspectos, rozar algunas variables, sistematizar algunas preguntas. Y, que la función del interlocutor/a o lector/a es completar y complementar el texto. La función del artículo es mostrarle alguna realidad, que quizás, haya olvidado, tocar algunos aspectos del mundo…
Dicen, que el ser humano sufre, lleva sufriendo en Occidente, una profunda soledad. Quizás, esta sea una de las razones que los medios de comunicación social han tenido tanta cantidad de arborescencia y riqueza –se habla en nuestra sociedad, de cerca de mil medios, de distinto tipo y de distinta audiencia-. Hoy, en este viaje por el articulismo-crónicas-comentarios-columnismo que voy haciendo de nuestro terruño celtibérico, me he encontrado con un tema, que se trata de vez en cuando, en el periodismo, en el articulismo, muchas veces se percibe en la calle, personas que van solas a comprar, personas que van solas al médico, personas que van solas a sentarse a un banco, personas que… tema que trata sobre la soledad del silencio y el silencio de la soledad que sufren multitud de personas…
Me he encontrado con un artículo de Rosa Villascastín, Rosario Martín Villacastín, con un artículo-crónica titulado: Sobredosis de soledad, publicada el 20 de diciembre de 1992, si mis datos no son erróneos en El Semanal. Esta autoria con notable trayectoria en Televisión, con notable trayectoria en el periodismo, notable trayectoria de escritora, y, con notable trayectoria en el articulismo-columnismo...
En este recorrido por este género que voy haciendo, que al menos en nuestro país tiene ya dos siglos y medio, finales del dieciocho al menos –aunque yo creo que deben existir precedentes, algo muy semejante a lo que ahora llamamos columnismo, no solo información de noticias-, pues uno se da cuenta, de la enorme riqueza de personas y nombres, miles, decenas de miles de nombres han buceado en este género, y, con este sistema de contenidos y continentes, significados y significantes han intentado indagar y argumentar y entender y conocer realidades de la realidad y de las cosas. Cada autor y cada autora, dispone de su perspectiva y de su color.
Creo que es una riqueza que no se conoce lo suficiente. Ya, ya he indicado hasta la saciedad que se construyan, virtualmente, Centros Documentales sobre el Periodismo y el Articulismo, algunos nacionales, otros regionales, y, empiecen a catalogar e indexar y conservar y documentar las docenas de miles de articulistas, al menos sus nombres y un mínimo curriculum, y, enlaces a su producción, si es posible.
En el mundo moderno y actual, la soledad pues tiene sus variables concretas. Por un lado, los medios de comunicación, la televisión y el móvil, son y pueden ser un elemento de compañía, como te dicen, en cualquier fila de supermercado cuándo dos o tres personas de la Tercera Edad o Mayores se juntan y se saludan.
También, existe un enorme peligro para estas personas que no tienen conocimientos suficientes sobre estos artilugios y sus consecuencias, y, también los achaques, de todo tipo van apareciendo. Con lo cual, también se mueven en un mundo, muchas de ellas, que no comprenden. Puede que en otras épocas, tendrían más achaques o los mismos, que eran más difíciles de curar, pero una persona anciana, se le tenía y se le otorgaba un valor, por respeto y experiencia.
Pero ahora, ese respeto y filantropía, en muchos espíritus ha descendido –muchas personas sienten, que otras les ayudan, pero también sienten que otras pretenden engañarlas y mentirlas-, a eso se añade, que muchas de estas personas, no solo sienten una soledad profunda, sino que también, sienten que muchos de los artilugios informáticos que existen, y, que necesitan utilizar no controlan del todo. Muchos, y, muchos son muchos. En cierto sentido aumenta su vulnerabilidad. Si tienen hijos pues de alguna manera los cobijan de algunos modos. Si no tienen hijos, pues la soledad se agranda. Siempre si miras sus ojos y sus andares, temen las enfermedades que vendrán, temen los dolores que ya sufren, temen todas las medicinas que tienen que ya tomar, incluso temen ir al médico por no molestar, temen que se les tome por la sociedad y el Estado como una carga, temen cómo será sus últimos años, temen...
Aquí, este modesto articulista, solo recuerda una realidad. Quizás, la imaginación y la creatividad humana, podría contribuir a reflexionar sobre esta cuestión, a encontrar soluciones a estos problemas de soledades, a estas incógnitas y problemáticas… -No se valora, tampoco lo que contribuyen al bien de la sociedad, al bien de sus familias, al bien de la economía…-. Eso, no niega lo que se ha avanzado en este terreno, si comparamos la vida de este sector de la sociedad, con hace cien años… Todo cambia, algunas variables, muchas son más positivas, algunas son más negativas. Esta es la realidad, esto es lo real. Paz y bien.