Falconcito está echado en su colchoncito
tras regresar de un chiringuito.
Se relaja leyendo fragmentitos
de su manual del amenazadorcito.
Entonces Oña, mirándose en el espejito,
le pregunta:¿Estás triste, queridito?,
Sí, además crispadito y acongajaito,
mezclando detectores de verdades y mentiras en los debatitos
No temas, le dice Oña, arreglándole la rayita
blanquita a la G Clooney, teñidita en su pelito.
Entonces, añade él, con sus guantes blanquitos,
bajando la mirada: „Se me escapó otra vez un poquito“
¡Pero Falconcito!, exclama Oña con coña,
mientras su cariñito intenta tapar con amorcito
la mancha amarillenta en el colchoncito