Creyeron, lucharon y lo consiguieron. La plantilla de la UD Las Palmas logró este viernes un memorable triunfo sobre el Atlético de Madrid (2-1), en una noche cargada de emociones y extraordinario atrevimiento de los amarillos. La victoria se fraguó en la segunda mitad, con los goles de Kirian Rodríguez y Benito Ramírez. El internacional Álvaro Morata recortó en la recta final, pero la fiesta en el Estadio de Gran Canaria fue completa, con 30.080 aficionados en las gradas.

En la formación que presentó este viernes la UD Las Palmas destacó la primera titularidad de Alberto Moleiro en la máxima categoría del fútbol español. Ese momento que tanto había soñado el joven valor tinerfeño llegó en el cruce ante un rival de categoría Champions, integrándose en un centro del campo junto a Kirian, Marvin Park, Perrone y Javi Muñoz.

Los jugadores de García Pimienta abordaron el encuentro siguiendo al pie de la letra la reclamación de su entrenador, que en la víspera solicitó que actuaran con personalidad, que atraparan la posesión y que fueran osados en sus iniciativas.

Las Palmas logró durante muchos minutos de la primera mitad situar su campamento base en campo rival, aunque entonces sus intentos ofensivos no lograron encontrar un remate ganador o posiciones para intentarlo.

Además, había que replegarse con rapidez por la peligrosidad de las contras rivales. La ocasión más clara de los visitantes llegó a los 22 minutos, con internada de Rodrigo Riquelme y disparo que Valles logró desviar a córner. Todos los demás intentos mutuos hasta el descanso fueron controlados con autoridad tanto por el meta Oblak como por su colega de la UD Las Palmas.

El esfuerzo de los amarillos comenzó a encontrar sentido en el inicio de la segunda mitad. El Atlético parecía dar un paso hacia adelante cuando, tras un robo, Moleiro asistió a Kirian y el capitán tinerfeño disparó con éxito desde la frontal para firmar el 1-0. Por el camino, el balón pasó entre las piernas de Javi Muñoz, permitiendo que Rodríguez pudiera golpearlo con una posición solitaria conquistada.

Valles y su poste evitaron el empate tres minutos después del tanto grancanario. El meta de La Rinconada acabó por atrapar otro disparo de Rodrigo Riquelme, que había ganado su nueva carrera hasta el área de Naciente.

Las Palmas no perdió su concentración, tercera petición de su técnico antes del encuentro. Y coronó una nueva ventaja en el minuto 73, después de un robo y veloz acción colectiva. En pocos contactos el balón pasó por Muñoz -autor de la captura-, Munir y finalmente Benito Ramírez, que colocó un chutazo junto al poste. Oblak tampoco pudo alcanzarlo.

El Atlético logró reducir el tanteador a falta de ocho minutos para el final, con un remate al primer contacto del ariete Álvaro Morata. Y tuvo la oportunidad del empate con un chut del mismo jugador que golpeó el larguero. Pero Las Palmas se fajó hasta el minuto 98 para proteger la renta y añadir tres valiosos puntos que siguen cimentando la esperanza de la permanencia.