Ridículo de la U.D. Las Palmas en el RCDE Stadium

No tuvo ocasión la UD Las Palmas de sorprender al líder Espanyol como sí había sucedido en la primera vuelta, en el Estadio de Gran Canaria. El equipo de Pepe Mel cayó 4-0 en el RCDE Stadium, en una jornada aciaga y ante un rival con hechuras y presupuesto de Primera. Además de los goles encajados debió afrontar más de 50 minutos en inferioridad numérica. El único consuelo es el leve impacto de este marcador en la clasificación tras la 36ª jornada del campeonato.

El partido de este sábado estaba muy cuesta arriba en apenas 22 minutos de juego. La explosiva salida del equipo catalán fructificó de inmediato con tres tantos de su extremo Puado, desactivando la esperanza grancanaria.

Todo comenzó en el minuto 9 con una jugada de pizarra, que salió perfecta para el equipo local. Puado aprovechó el rechace de Alvaro Valles, tras un primer remate de su compañero De Tomás. Las Palmas no encontraba su sitio en el partido en esos instantes y de nuevo el Espanyol, con dos remates más de su exterior, incrementó la renta hasta hacerla una montaña con el 3-0. El segundo fue otro remate de cabeza y el tercero, un chut cruzado tras jugada personal.

Cuando el equipo amarillo se entonaba en el juego pasada la primera media hora y cuando parecía que se equilibraban las fuerzas, llegó el siguiente contratiempo con la expulsión de Alvaro Lemos. En una acción desafortunada el gallego pisó a un jugador rival de forma involuntaria, pero la acción se tradujo en su segunda tarjeta amarilla y consiguiente roja.

Todos los preparativos de la semana estaban absolutamente rotos. Valles intervino en alguna oportunidad más para evitar nuevos disgustos en el área grancanaria, especialmente en el último tramo de ambos periodos.

En los cambios, con las entradas de Ale Díez y Javi Castellano -partido oficial 250 de amarillo-, Pepe Mel trató de reconstrucción la contención del equipo. Pero en el minuto 48 el marcador siguió creciendo para el equipo local. El VAR insta a Moreno Aragón para señalar un penalti por mano involuntaria de Eric Curbelo. El inapelable lanzamiento de Embarba significó el cuarto tanto de la tarde.

Las Palmas buscó con generosa energía el gol del honor. Jesé reclamó una pena máxima en el minuto 75 y otra en el 88, tras jugadas en la que cayó en el área forcejeando con los defensas. Pero tampoco por esa vía el equipo visitante recibió un guiño.

   R.C.D. Español