Es lo que está sucediendo, y seguirá pasando en las siguientes semanas y meses. Lo normal en partidos que dicen ser demócratas es que, cuando vayan a realizar una coalición de gobierno, inicialmente acuerden y determinen las bases y el programa del gobierno, con independencia de los nombres y los cargos, y no, como pasa con el PSOE de Sánchez y los podemistas de Iglesias, que primero discutan por y se repartan los sillones.
El que el futuro del País dependa, de la(s) reunion(es) de Lastra (muy transparente ella ocultando su "curriculum" por, según la "portavoza", ser propiedad privada) con Rufianperdonavidas, es para que se abran las carnes y echarse a temblar.
El progresismo consiste en nombrar tres vicepresidencias por el pavor que Sánchez y sus ministros tienen a Iglesias, pues ya se sabe que el sueldo y dietas de una
Vicepresidencia les cuesta poco a los contribuyentes.
Lo que está sucediendo es solo la punta del "iceberg", pues además de las peleas por ser ministros están los tropecientos cargos de portavoces y portavozas, de las
Secretarias y Subsecretarias de Estado y otros muchos puestos, no sabemos si con "chiringuitos" incluidos (cosa que Susana, sí la que no dimite, quizá alguna vez habrá oido), con humildes sueldos y dietas para llegar quizá a unos 80.000 euros, por lo menos, que permita a algunos comprarse unos humildes casoploncitos.
Pero no hay que olvidar que los principales culpables de esto y de lo que está por llegar son las personas que votaron al PSOE de Sánchez y a los podemistas de Iglesias. Se puede decir más alto, pero no más claro: los que les votaron son responsbales, si quieren, por lo menos, indirectos, del reparto del botín.
Eso sí, cuando les suban los impuestos como en la Edad Media (eso ahora se llama progresismo), el caos separatista aumente y todo ello lleve a más paro y a congelar las pensiones, entonces que democráticamente no se quejen. No hay más ciego que el que no quiere ver y más sordo que ...
