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MUY INTELIGENTES

El discurso de E. Maragall en la apertura de la legislación del parlamento catalán, rezumando un fluido pseudobilioso al comás de la cantinela del “España nos roba” y “España nos mata”, ha sido muy lógico y sumamente eficaz, pues un par de empresas catalanas ya se han unido a las otras más de 3000 y abandonarán próximamente la república de Catalandia que desean algunos.

 

Este anciano, que por ello, por su edad, que no por otros méritos, fue por lo que fue elegido para ese discurso-mitin, fue Consejero de Educación de la Generalidad catalana, por lo que, viendo cómo se expresa, podria entenderse muy bien el sistemático lavado de cerebros en las escuelas catalanas denunciado por algunos padres de los alumnos.

 

No extrañaria que en alguna sesión del parlamento catalán este anciano pudiera hacer algo parecido a lo de Martínez,  la otra anciana diputada de Podem, que retiró las banderas españolas que habian dejado en sus asientos los diputados contrarios al separatismo como protesta a las bochornosas sesiones que en septiembre de 2017 dieron paso a la aprobación de peculiares leyes para proclamar unilateralmente la independencia.

Tal y como la entonces presidenta del parlamento catalán, Forcadell, permitió esa retirada de banderas, también su sucesor, Torrent, probablemente permitirá todo lo que haga este Maragall o cualquier otro diputado separata.

 

Pero el éxodo de las empresas catalanas no ha acabado. Próximamente habrá el arreón proporcionado por el personaje con peinado a modo de peluca cuando monte un numerito por via Skype o en alguna frontera, e incluso se presente en el “Parlament” disfrazado de lagarterana.

Mientras tanto nos sabemos si por imperativo legal a algunos se les puede o no llamar fulleros crónicos y engañabobos.

Juan Fernández Sánchez, Stuttgart

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