No sin antes mirarase al espejo y retocar su peinado a modo de peluca, el aspirante a golpista se dispuso a leer los folios que probablemente en parte le habian escrito, sintiéndose ya como el primer presidente de la República bananera de Catalandia, hablando de tú a tú al Jefe del Estado de España, contestándole con una insolencia contenida y lanzando de forma altiva y enojada un ¡ Así, no! contra el Rey Felipe.
Hay que tener una desfachatez infinita, un profundo entrenamiento para decir necedades, así como una gran autosuficiencia, queriendo tomar a los demás por estúpidos, para poder espetar ese ¡ Así, no!, él, que lleva haciendo cosas que nunca deberia haber hecho, quebrantando la ley durante mucho tiempo, amenazando, provocando y, junto a Junqueras, Romevas y demás Turullos, agitando a las masas para que, a su vez, acosen e insulten a los que no piensan como ellos y se pueden interponer en su camino. Pues ese, y no otro, es su verdadero “diálogo”.
Y es que el personaje no se ha enterado del discurso del Rey. No ha comprendido, o no ha querido comprender, las palabras conciliadoras del Jefe del Esrado, por encima de seudo-diálogos de sordos, para unificar a todo el Pais, superar las dificultades y prosperar juntos.
No es posible, no se puede dialogar con golpistas, quebrantadores de la ley y pirómanos antidemocráticos de la convivencia que se presentan como víctimas desamparadas en el extranjero, clamando por un diálogo con lágrimas de cocodrilo.
No se puede dialogar con chantajistas y manipuladores xenófobos fascistas, ni con los que utilizan de forma sistemática, como un supuesto diálogo, la violencia verbal contra los que no piensan como ellos y contra las Fuerzas Armadas; no se dialoga con esos predicadores de odio que han pasado desde el “España nos roba” y el “Estado opresor” al “Estado asesino”, y obligan a niños de 5 años a guardar minutos de silencio porque “soldados malos” de un “Rey malo” matan a la gente.
Y no hay que perder el tiempo intentando dialogar con chapuceros, irresponsables, propagadores de un peculiar pacifismo ghandiano butifarrero, mientras pretenden amedrentar y arruinar a los demás.
El Gobierno ha perdido varias ocasiones para aplicar el artículo 155 de la Constitución. Esto es lo que sería más eficaz y haría más daño a los separatistas. Ya en los “pravdas” del separatismo algunos editorialistas y articulistas empiezan a pedir mesura, avisando de lo negativo que sería el artículo 155 para Cataluña. El Gobierno no puede caer en trampas de seudo-diálogos, que entonces impedirian o harian más dificil aplicar el 155, facilitando de nuevo las peticiones de los separatistas, volviéndose entonces a la misma, o incluso, peor situación.
Con respecto a la siguiente trampa, la mediación, tres cuartos de lo mismo. El que la directiva del FC Barcelona, que ya ha dado más que muestras de su posicionamiento a favor de la independencia, o el que Iglesias, el del tic-tac amenazador, experto en mediaciones venezolanas, y que defiende la farsa del seudo-referéndum, junto a sus amiguetes de Bildu, criticando a la Policia Nacional y a la Guardia Civil, ahora se ofrezcan como mediadores, es para, además de carcajearse, pensar que se merecen bastantes de los calificativos arriba expresados. Todo ello con las actuaciones de Sánchez facilitando la labor de los separatistas y desgastando al Gobierno.
Per lo demás, volviendo a lo de la desfachatez, quizá Puigdemont no se enteró del discurso del Rey porque a esa hora, como Piqué, estaba jugando a la pocha.
