El electricisto repará la averia de su pisa. Entonces cogiá la teléfona y pidiá una taxia. No quisa discriminar por la sexa y dijá: "Por favora, taxisto, a la Congresa de las diputadas".
Al llegar alli, Montera viá a su portavoza y hablá por movila con su colega Ana en Barcelona, todas ellas expertas en ortografía y ocurrencias, pero, sobre todo, muy inteligentas. Como su lidera Paula.