ÚLTIMA HORA

FUNDACIÓN XAVIER ZUBIRI

La fundación Zubiri es una institución cultural privada creada en 1989, que custodia los fondos y derechos del filósofo Xavier Zubiri y de Américo Castro, padre de Carmen Castro, esposa de Zubiri.

José Francisco Xavier Zubiri Apalategi, San Sebastian 1898, Madrid, 1983. Fue un filósofo y teólogo español, discípulo de Ortega y Gasset y Heidegger.

Entre los grandes temas que investigó estaría el problema de la realidad y del conocimiento, la cuestión de Dios, sobre la esencialidad y la realidad y la historia y la Naturaleza, religación del ser humano, inteligencia sentiente y no solo pensante, el problema de la esencia.

Se han publicado en vida y después de su muerte, una treintena de libros. La fundación tiene una importante función de custodia de los manuscritos, pero también es un centro de investigación y de postgrado, reconocido oficialmente.

- Zubiri siempre estuvo muy interesado, no solo por la filosofía y la metafísica y la teología, sino por temas de física y ciencia. Intento de alguna manera crear puentes. Fue consciente, que hoy, como siempre la filosofía no va sola con sus metodologías y sus tendencias o escuelas, sino que tienen que valerse del saber de otros saberes, es decir, ciencias, tecnologías, artes, estéticas, culturas en general, teologías-religiones…

Cierto es, que hoy, un ser humano, un filósofo, no puede abarcar todas las ramas de la filosofía, más de veinte, con todas las ramas y todos los saberes, tanto estéticos, teológicos-religiosos-espirituales, científicos, tecnológicos, culturales, y diríamos, la observación de la vida normal y rutinaria y del momento presente, que hace emerger como las burbujas en un caldero caliente, nuevos problemas, nuevos datos, nuevas percepciones, nuevas sensibilidades…

La mente humana individual, incluso la de las genialidades, aunque se sea inspirado por siglos de tradiciones, hoy una mente humana, no puede abarcar toda la complejidad de cientos y de miles de cuestiones filosóficas y metafísicas, de todas las ramas del saber… De ahí, la enorme necesidad de equipos de interrelación y de redacción de cuestiones filosóficas, con sus razones y contrarazones, que tantas veces, he indicado y sugerido.

- Igual que la población en general, tenemos y sufrimos un déficit de saber científico y tecnológico, tenemos también un enorme déficit en humanidades, filosofía, artes, teologías-religiones, cultura en general. Pero el ser humano no es solo cuerpo-carne, ni solo psique-mente-cerebro, y posiblemente, también sea alma-espíritu inmortal, y, todo en una unidad substancial, como nos diría el viejo Aristóteles. Y también es y está en un mar que denominamos Cultura-Sociedad, e inserto su naturaleza en la Naturaleza.

Por lo cual, el ser humano, cada uno según sus circunstancias, su capacidad, tiene que saber o entender o conocer, en la medida de sus posibilidades, conocimientos teóricos sobre ese conjunto del saber y de saberes. Unos, para vivir y sobrevivir, con su oficio y profesión, y otros, para entenderse y comprenderse en el mundo.

Muchas veces, he aconsejado, que las personas, después de cumplir sus obligaciones personales, familiares, laborales, vocacionales, también de ocio y descanso, lean, aunque no los entiendan algo del todo, manuales de los diversos saberes y ciencias y humanidades, para que sus “horizontes se abran”. Manuales de filosofía, manuales de ciencias sociales, manuales de psicología, manuales de tecnología, manuales de religiones, manuales de todos y cada uno de los saberes. Manuales inteligibles para su nivel de entendimiento, para tener una idea más general y amplia de la realidad, de lo que es la realidad, y de lo que pensamos sobre la realidad…

Para terminar hay que indicar, que no puede existir progreso y riqueza en la sociedad, en la humanidad, en los individuos y en los colectivos, sin una integración correcta entre los distintos saberes, es decir, la ciencia y la tecnología, la economía y la política, pero también con las artes, la filosofía, las teologías, las estéticas…, de ahí, en mi modesto entender, el desarrollo de fundaciones de filósofos y teólogos en la Piel de Toro, por ejemplo, necesitaríamos una Fundación de Aranguren, una Fundación para Julián Marías, una Fundación de Xavier Trias… Porque aunque el saber filosófico, no es ciencia, ni es tecnología, las grandes preguntas que el ser humano tiene, que nacen desde dentro, tiene mal o bien o regular, al menos intentarlas responder.

Que el gran público y el público especializado, conozcan las grandes preguntas, y conozca algunas de las respuestas, es como saber y alcanzar, que la cumbre de la realidad, no solo tiene cien metros, sino varios kilómetros de alto.

En un tiempo de tanta confusión, la Filosofía debería ser y tener más importancia, no solo en la sociedad, en los medios de comunicación, en la enseñanza reglada y en los corazones de los seres humanos, porque muchos errores que cometemos, individual y colectivamente, son errores, por déficit del conocimiento filosófico.

Puede que la filosofía no aporte verdades universales, pero si aporta problemas universales, y diversas respuestas, que los individuos si las conocen, no son tan propensos a creer tantas cosas, como se creen, como dice la máxima: “Hemos echado a Dios por la puerta, y por las chimeneas, nos han entrado multitud de supersticiones y creencias sin una mínima racionalidad”.

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