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ELECCIONES GENERALES DEL 28-A. PURA INCÓGNITA

   Por fin, el presidente Sánchez se ha percatado de que el dilatar unos meses mas la convocatoria de elecciones generales, al margen de la tortura que podría suponer el advenimiento de más problemas, la derrota política de los Presupuestos habría representado un mazazo tremendo para el Gobierno de no anunciarse nuevos comicios.

    Nuestro incansable viajero y Jefe del Ejecutivo, apodado por algunos "Pedro I el Breve", cuyos desplazamientos todavía los españoles desconocemos para que han servido y cual era el objetivo, quizá supongan la misma gloria que se le augura con la presentación de (su) libro “Manual de resistencia”, es decir, ninguna, a cuya obligada presentación deberán acudir todos aquellos que aspiren a ser incluidos en las listas electorales de las generales, autonómicas, municipales y europeas. Ambición y despropósito son dos signos destacados del desdichado líder socialista, quien en esta ocasión y con la colaboración  de la inestimable y presunta autora, Irene Lozano, glosará con esmerado interés, lo que según dicen las malas lenguas (y las buenas también), le proporcionará  un destacado puesto en caso de que las huestes del Sr. Sánchez se alzaran con la victoria el 28-A.

    En lo que respecta a Pablo Casado, el resultado de la generales dirá mucho sobre su futuro político. Deberá soportar duros ataques de todo tipo y por parte de todos los flancos en una campaña muy dura para él. Aspira a ganar  desde el centro-derecha, algo que solo conseguirá con la suma del PP, Ciudadanos y Vox.

    Sobre Podemos y su líder Pablo Iglesias, volcado en estos momentos con sus deberes paternales, cada vez son más los que le auguran que pronto su formación se convertirá en partido testimonial. En plena crisis y tras el abandono de Errejón, sus expectativas de cara a las generales, son más bien escasas como aliado del PSOE. Todo parecido del Podemos del 2016 con el actual es mera coincidencia.

   En esta ocasión, la verdadera incógnita la ocupará Ciudadanos con su líder Alberte Rivera, acompañado de un colectivo de dirigentes muy bien preparados entre los que destaca Inés Arrimadas. Hace un año, los sondeos de opinión, situaban a Cs muy cercano al PP sumido en sus problemas de corrupción y un PSOE prácticamente inexistente. Al margen de los datos demoscópicos, es el único partido que ha crecido desde el 2016 y su intención siempre fue ocupar el centro. Carente de corrupción hasta el momento, poco a poco ha ido creciendo nutriéndose con los votos de casi todas las formaciones y especialmente con los jóvenes y no tan jóvenes.

   En plena precampaña, prácticamente, lo suyo es admitir que nos encontramos en un cúmulo de dudas sobre lo que pueda suceder en los dos largos meses cargados de riesgos de todas clases con un VOX en alza y un Podemos que no levanta cabeza. La dirección naranja no descarta alcanzar acuerdos con los presidentes socialistas después de las elecciones autonómicas, si bien por el momento, los comicios del 26 de mayo están todavía muy lejanos, porque lo que realmente prima son las generales, cuyas consecuencias posteriores repercutirán y mucho en los procesos posteriores.....¡¡Tiempo al tiempo!!

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