Religión: Sus inicios, orígenes y como fueron evolucionando

Estas palabras, según los Evangelios que Jesús pronunció en la Última Cena, se dicen a diario en las iglesias de todo el mundo antes de la Comunión.

Y cuando los cristianos los escuchan hoy, se refieren al pasado que siempre está con nosotros y nunca nos deja. Pero, ¿de qué porcentaje del pasado estamos hablando?

Es cierto que, desde los dos últimos milenios, además de la piadosa observancia de la Eucaristía, ha habido un cúmulo de controversias doctrinales, discriminaciones, oleadas de violencia, tabúes, pronunciamientos papales y muchas otras controversias metafísicas, todas centradas en la cuestión. de comunión.

Sin embargo, podemos volver al desarrollo de tradiciones orales que surgieron en textos posteriores del Nuevo Testamento. O pregúntanos sobre comida histórica basada en diferentes textos sobre la Última Cena.

También, es posible ir más allá, mucho antes del advenimiento del cristianismo: después de todo, Jesús era judío, y compartir el pan con los discípulos nos remonta a la historia del pueblo judío, incluida su huida de Israel y su rendición. La Torá en el Sinaí.

Pero podemos retroceder más: cualquier comida religiosa es ante todo una comida. Fue un acto, compartir la mesa, que fue un ritual importante en el antiguo Medio Oriente.

Los sentimientos positivos de esta práctica, que luego se hizo eco en ceremonias como el Seder y la Comunión, se remontan al surgimiento de los humanos modernos hace unos 200.000 años.

Sin embargo, el Homo sapiens no fue el primero en descubrir los beneficios de compartir alimentos; los neandertales lo hicieron, al igual que algunas especies humanas que datan de hace dos millones de años.

Uno de mis teólogos me lo dijo cuando me preguntó sobre la profunda historia evolutiva detrás de la Eucaristía.

"Los cazadores se enorgullecen de su buen trabajo y de compartir con sus familias; los que asisten a los platos son reconocidos y apreciados; el estómago de todos está lleno y se siente bien; y suceden tantas interacciones sociales positivas. Es increíble la cantidad de contenido legendario que se crea en torno a la comida”, explica.

Pero el acto de compartir comida es anterior incluso a nuestros antepasados ​​humanos y ahora se puede ver en chimpancés y bonobos. De hecho, investigaciones recientes han documentado que los bonobos comparten su comida con otras personas fuera de su grupo social. Barbara Froth, una de las autoras del estudio, dijo a la revista digital Sapiens que la práctica "debe haber descendido de nuestro último antepasado común".

El primero se llama funcionalismo o adaptación y se reduce a la idea de que la religión tiene efectos evolutivos positivos, destacando particularmente sus contribuciones a la vida.

En palabras de De Waal: “Si todas las sociedades tienen una (religión), debe tener un propósito social.

Otros, sin embargo, creen que la religión es un subproducto de la evolución, una especie de órgano vestibular: quizás en el entorno en el que evolucionó, desempeñó una función adaptativa que no hizo. hay más. O quizás la creencia religiosa es el resultado de mecanismos psicológicos que han evolucionado para hacer frente a problemas ambientales no relacionados con la religión.

En cualquier caso, según este punto de vista, la religión no es el objetivo de la evolución, sino que se engendra mientras que la evolución tiene otros objetivos. Ahora, mientras que los de ambos lados tienen sus razones, tratar de entender la religión en términos tan exclusivos no parece particularmente útil.

Después de todo, los humanos probablemente asumieron algo que era solo un subproducto de un proceso evolutivo para realizar un trabajo o resolver un problema en particular.

Y, si bien esto puede ser cierto para muchos comportamientos, incluida la música, la religión es un misterio privado, que a menudo requiere comportamientos muy costosos, como el altruismo y, a veces, la abnegación.

Por esta razón, teóricos como Dunbar sostienen que también debemos mirar más allá del individuo, hacia la supervivencia del grupo.

Esto se conoce como selección gradual, que "reconoce que el interés propio a veces puede aumentar como resultado de las acciones del grupo y no siempre como resultado directo de las acciones del individuo". "Individuos", explica Dunbar.

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