El alcalde de Adeje pretende transformar suelo rústico de protección agraria en el campo de golf más grande de la Isla (FOTOS Y PLANOS)
Si se mira la “Estrategia Canaria de Economía Circular 2021-2030” presentada recientemente por el PSOE, donde se menciona la palabra ‘agricultura’ 67 veces y ‘sector primario’ 37 y, al mismo tiempo, observa hacia donde van encaminadas las políticas locales del PSOE en sus ayuntamientos de referencia, en el Caso de Tenerife, Adeje y Guía de Isora fundamentalmente; se concluirá necesariamente que nos encontramos ante una tomadura de pelo sin precedentes, rayando en la falta de respeto.
Mientras el documento de Valbuena habla del turismo como motor de la agricultura, la pesca… llega el alcalde de Adeje y pone, negro sobre blanco, que eso de la agricultura ya no es rentable, no porque la gente no coma, sino, básicamente, porque hay otras actividades que dan más dinero y porque el agua se ha puesto por las nubes, fundamentalmente por la competencia insoportable para el sector primario de la demanda turística. Por tanto se deduce que la comida, o se trae de fuera, o que planten otros que ellos van al negocio, que con lo del agua pues que se busquen la vida los agricultores de otros municipios ya que ellos seguirán mandándola medio depurada, o no, depende como les cuadre, al emisario o al campo de golf.
¿Y a cuento de qué estos argumentos? Pues muy sencillo, pretende el señor Rodríguez Fraga, alcalde de Adeje, colar como una “modificación menor” del Plan General vigente la recalificación de un millón doscientos mil metros cuadrados de suelo rústico de protección territorial agraria fundamentalmente, en suelo rústico de protección de equipamientos, lo que le permitiría urbanizar una parte de esa zona y, el resto, para un gigantesco campo de golf en la zona alta de Fañabé. En la baja quedan unas fincas de plataneras que desaparecerán también, básicamente porque allí va la estación del tren.
Ese es el modelo, mientras en Arico se están recuperando tierras de cultivo incluso junto al vertedero ¡hay que ver en qué condiciones trabaja esa gente tragando olores, polvo y de todo! en el oeste de la isla dicen que eso, que la agricultura para los pobres que ellos van a por la licencia de obra y el pelotazo, que no necesitan equilibrio territorial de ningún tipo y que a Arico se le prohíba todo, a Arico y a otros porque a Los Silos le van a demoler hasta la piscina municipal por no ser del PSOE.
En fin, esta es la situación ciertamente lamentable y triste, el sustito de la Covid-19 de poco ha servido a la hora de entender que tenemos que buscar una economía más equilibrada y no tan dependiente. Adeje, y otros municipios, se quedaron mirando literalmente para los celajes una vez que pararon los aviones pero la experiencia, ciertamente traumática, no ha valido de mucho y los planes para cargarse esta reserva estratégica en Fañabé alto siguen adelante sin conciencia alguna de que la comida no nos puede seguir llegando indefinidamente de Chile, Israel o Brasil. Cualquiera diría que eso no es sostenible pero en fin, con el alcalde de Adeje hemos topado.
