La REFLEXIÓN DEL VIERNES de Oscar Izquierdo

No acabamos de solucionar un problema y aparece otro. Parece que se está poniendo a prueba la capacidad de aguante personal y de la sociedad en su conjunto. No sólo estamos inmersos en la pandemia de la COVID-19, con sus secuelas dramáticas y dolor, también sufrimos una recesión económica asfixiante y una crisis social, donde literalmente se está pasando hambre, que es la mayor injusticia. Ahora se ha recrudecido una guerra comercial entre China y el mundo occidental, que está provocando un aumento de los fletes, es decir, del costo en el tráfico marítimo internacional, que tiene, por razones lógicas, consecuencias abrumadoras en Canarias. A ello, hay que sumar la subida de precios, descomunal, en las materias primas utilizadas en la construcción, que puede provocar una parálisis del único sector, que este momento está trabajando, animando la actividad económica y creando empleo. Pues como otras veces, no vamos a esconder la cabeza como el avestruz, ni estar lamentándonos. Lo que toca es afrontar estas dificultades de frente, con gallardía, para vencerlas. Lo conseguiremos