Descubriendo la isla de Tabarca
España es un país eminentemente turístico. No sólo por el número de turistas que nos viene a visitar desde el exterior, sino porque, en nosotros mismos, también se ha afincado la necesidad de viajar y conocer otras tierras. Los que viajamos mucho por todo el territorio nacional visitamos aquellos lugares que son muy conocidos por muchos y variados motivos que, con mucha frecuencia, se publicitan directa o indirectamente en los medios de comunicación.
Tabarca, el pequeño gran destino
Las grandes capitales y los grandes centros de interés histórico centran la mayor parte de nuestra atención.
No obstante, muchas veces se nos escapan destinos que, cuando los conocemos, nos dejan impresionados por su belleza, por su tranquilidad, por sus playas, por su gastronomía…
Este es el caso de la isla de Tabarca, el pequeño gran tesoro habitado de la Comunidad Valenciana, que se encuentra frente al cabo de Santa Pola, a sólo veintidós kilómetros del puerto de Alicante.
En cuanto cayó en mis manos la información sobre este paradisiaco lugar, hice mi reserva en tabarca online porque, siendo la isla más pequeña de todo el Mediterráneo con población, ofrecía una gran variedad de servicios y encantos. Entre ellos, la arquitectura de su pueblo amurallado, una exquisita oferta gastronómica, alojamiento en los mejores hoteles y hostales y un montón de actividades para hacer en familia, en pareja y con amigos.
Cómo llegar a Tabarca
Por otra parte, no parecía complicado poder acceder a la misma dado que se encuentra muy, muy cerca del continente. Apenas a cinco kilómetros de San Pola y con múltiples posibilidades de transporte para viajar hasta la isla.
El transporte más común y elegido entre los viajeros es la Tabarquera. Se trata de un barco de grandes dimensiones, tipo catamarán, que hará de tu travesía un paseo agradable donde podrás disfrutar de la navegación y los paisajes que ofrece la costa alicantina, así como, del fondo marino, a la llegada de la reserva marina natural, pues algunas, incluso, disponen de visión submarina.
También puedes ir a Tabarca en barco privado, barcos más pequeños con los que se alcanza la isla con mayor rapidez e iguales condiciones de confort. Otra opción son las lanchas rápidas, con las que alcanzarás la costa tabarquina en tiempo récord.
Tabarca, un paraíso al alcance de tu mano
Y cuando llegas, ¿qué puedes hacer en tan extraordinario sitio? Pues lo que debe hacerse es vivir la experiencia de la navegación embarcándote en un velero o timoneando un barco. O si eres amante de la velocidad, disparar tu adrenalina con los speed boat o con las motos de agua.
La naturaleza en la isla es fascinante y, si te fascina la naturaleza, puedes practicar snorkel o buceo para descubrir el fondo marino de la isla donde encontrarás gran cantidad de peces, estrellas de mar, tortugas e infinidad de especies, o realizar una ruta de senderismo junto a un guía experto, que te acompañará en la aventura y te mostrará los secretos, historia y lugares de Tabarca.
Ir a la Isla de Tabarca, que es un paraíso al alcance de tu mano, hará posible dejarte seducir por sus playas paradisíacas de arena blanca y aguas cristalinas y poder sumergirte en esta reserva natural y poder vivir una experiencia inolvidable.
Aventúrate a conocer una isla peculiar que fue hace cientos de años, guarida de peligrosos piratas berberiscos cuyo espíritu todavía habita en las calas y playas que hay la isla de Tabarca. Duerme en algún hotel o casa de la isla y vive una experiencia mágica.
