Las pantallas táctiles en los coches y sus peligros al volante

De todas las ironías que se dan en el mundo de la conducción, la de la seguridad al volante es una que resulta hasta divertida. Es cierto que los automóviles cada vez apuestan por la implementación de medidas de seguridad más potentes, con herramientas que hagan que conducir resulte cada vez más seguro. Sin embargo, sin darse cuenta, también introducen mecanismos que aumentan el peligro.

 Tenemos cámaras traseras para ir marcha atrás, airbags que nos protegen en caso de impacto, sistemas de detección de señales e incluso alertas en el caso de haber riesgo de salirnos de la carretera. Como decíamos, el problema no es la falta de funciones, sino los problemas que derivan de las nuevas.

 Tal y como nos comentan los especialistas de Autolease.es en renting para autónomos, en su sector, los profesionales intentan por todos los medios evitar los modelos que tienen pantallas táctiles para interactuar. Puede parecer un detalle bastante tonto, pero este tipo de pantalla se está convirtiendo en todo un estándar y no es tan bueno como aparenta a simple vista.

 De hecho, las pantallas táctiles en coches pueden generar más distracciones que las tradicionales, haciendo que la atención al volante disminuya y se pierda una concentración clave para desplazarse con seguridad. ¿Crees que es algo exagerado? Vamos a ahondar un poco más en ellas.

El problema de las pantallas táctiles al conducir

 Coloridas, con más funciones que nunca y sin botón alguno, este tipo de pantallas son como un juguete nuevo para el conductor, sobre todo cuando lleva poco tiempo con ellas. Ahora, tenemos más opciones que antes al alcance de nuestra mano, por lo que ya no solo tenemos la posibilidad de cambiar la emisora de radio o incluso de ajustar la temperatura, tenemos mucho más.

 De hecho, los coches más modernos pueden incluso conectarse a internet y permitirnos interactuar a través de estas pantallas. Esto no quiere decir que puedas, por ejemplo, ponerte a chatear a través del Chat Terra o de cualquier otro; pero sí que te permite conectarte a Spotify o incluso a YouTube para reproducir música o alguna película.

 Esto ya pone sobre la mesa uno de los primeros inconvenientes de estas pantallas. Al poder ver todo tipo de contenidos en ellas, es más fácil que el conductor desvíe la mirada para ver qué se muestra y se distraiga al conducir. Un vídeo divertido, un clip musical… Cualquier cosa puede hacer que mire donde no debe y surjan los problemas en la carretera.

El medio de interacción, otro problema

 Dejando a un lado esa amplia capacidad audiovisual que tanto facilita la distracción, hay otro elemento que se pasa mucho por alto y que tiene tanto o más peligro: la falta de botones. Puede parecer un detalle bastante nimio, pero es mucho más importante de lo que parece a simple vista.

 Al no haber sensación de tocar botones, sino que siempre se establece contacto con una pantalla totalmente plana, el conductor no sabe qué está pulsando y, al final, tiene que desviar la mirada de nuevo para asegurarse de que pulsa donde debe. Esto, que se puede evitar con accesorios como los que hay en esta selección de Coches10 de transmisores FM para coches, genera un riesgo de accidente elevado.

 El conductor tiene que acostumbrarse a esta nueva forma de interactuar con su radio o el panel de su vehículo, pero no es lo mismo que con los sistemas tradicionales. No hay referencias físicas más allá de saber medir las distancias con la mano, y eso impide utilizarlo todo con la misma facilidad que antaño.

 No hay que malinterpretar. Una interfaz táctil puede ser muy fácil de manejar, pero, al no tener nada que sirva de referencia al tacto, puede provocar estos problemas, que se agravan además a la hora de conducir.

Inclinación involuntaria

 Curiosamente, otro de los inconvenientes del uso de estas pantallas es que el conductor suele inclinar ligeramente el volante al querer utilizarlas. Sin darse cuenta, al girarse para mirar brevemente dónde pulsar o alargar la mano, provoca también un pequeño giro en el coche que, huelga decir, puede ser verdaderamente peligroso.

 Pasa más de lo que parece, incluso con gestos tan inocentes como marcar el destino en el GPS hay riesgo, aunque para esto recomendamos ojear este análisis de las mejores aplicaciones GPS Android, ya que permite dar con soluciones que se sincronizan con el móvil y son más fáciles de manejar en general. Por ejemplo, gracias a cosas como los comandos de voz.

 Aunque puedan presentar muchas ventajas en un primer vistazo, el uso de pantallas táctiles puede implicar varios riesgos en la conducción, como ya hemos señalado. Muchas firmas están apostando por ellas para sus modelos de automóviles, pero también las hay que siguen prefiriendo la interfaz tradicional por la seguridad que aporta.