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La esterilización canina: un acto de amor

Canarias Noticias - 11/02/2019

Los perros han sido considerados a lo largo de la historia los mejores amigos del hombre, son perfectos animales de compañía, y tenerlos aporta muchos beneficios para sus dueños. Tienen la capacidad de dar cariño sin esperar nada a cambio, evitan los sentimientos de soledad, alivian la depresión y, aumentan el sentimiento de felicidad y bienestar emocional.

Su atributo más resaltante es la lealtad, ya que jamás dejan a sus amos. El cuidado de una mascota va acompañado de compromiso, dedicación y tiempo. Contrario a los humanos, los caninos no tienen la capacidad de controlar la natalidad, razón por la cual es fundamental cuidar este aspecto de su vida.

Responsabilidad y atención durante el celo  

El celo es un indicador de que una perra se encuentra en estado fértil. Durante este periodo es muy importante estar alerta, ya que aumentan las probabilidades de concebir. Los dueños, en este sentido, son los responsables de asumir el cuidado de la vida sexual de sus animales, a fin de evitar camadas no deseadas o aún peor, después de tenerlas, dejarlas sin hogar.

Conocer los ciclos de reproducción y la madurez sexual es esencial. Por lo general, en el caso de las hembras, el celo se presenta cada seis meses e inicia con la presencia de sangrado vaginal, seguido del período de ovulación, momento en el cual el apareamiento es permitido y el embarazo es posible tras la monta exitosa.

Los machos no pasan por la etapa del celo, sin embargo, alcanzan la madurez sexual entre los seis y ocho meses; a partir de entonces, reaccionan ante la presencia de las feromonas de las hembras que los incita al apareamiento.

En ocasiones, el desconocimiento sobre los detalles de la sexualidad de las mascotas, así como, los procesos de concepción ha originado la preñez. Por otro lado, el descuido o los propios arrebatos descontrolados de los caninos, bajo los efectos naturales de la testosterona, ha provocado escapes no premeditados que conllevan a la monta.

Las perras preñadas viven un proceso muy especial, único y maravilloso, que no debe ser tomado a la ligera; después de determinar si el embarazo ya es un hecho, lo mejor que se puede hacer es buscar información al respecto, con el propósito de dar la atención más satisfactoria durante esa etapa tan hermosa.

Las ventajas de la esterilización en el animal

La decisión de procrear dependerá en gran medida de los dueños. La concepción occidental supone un verdadero dolor de cabeza, ya que no solo se refiere al cuidado de la mascota durante la gestación, sino también determinar el destino de los pequeños, en los casos de no disponer un hogar adecuado para acogerlos.

Para evitar embarazos no deseados se recomienda la esterilización. Es un procedimiento quirúrgico relativamente sencillo, en el que se procede a extraer los órganos reproductores de los animales. La administración de anestesia es necesaria para garantizar la ausencia de dolor. En los machos se extraen los testículos y, en las hembras los ovarios y el útero. Después de la cirugía se indican analgésicos y antiinflamatorios, de manera que la recuperación sea lo más indolora posible.  

La decisión de castrar es un acto maduro. El comportamiento de los animales después de la esterilización suele mejorar, ya que los niveles de ansiedad y agresividad relacionados al celo desaparecen; al igual que las fugas repentinas que podrían originar accidentes vehiculares inesperados.

Las frecuentes peleas entre machos, que suelen ser tan desagradables, también pasan al olvido. El mito de que las mascotas aumentan de peso, es falso, la predisposición a la obesidad nada tiene que ver, siempre que se mantenga el mismo estilo de vida, alimentación y actividad física.

Aunado a lo anterior, la principal ventaja es que le proporciona al animal una vida más larga y saludable. Las hembras son menos susceptibles a infecciones urinarias, cáncer de mama y embarazos psicológicos. En los machos se previene la aparición del cáncer testicular.

La esterilización, alternativa contra el abandono  

Las mascotas no son juguetes, son seres vivos que sufren y padecen si no son atendidos adecuadamente. Las crías no planificadas aumentan el exceso de población de animales indefensos que son dejados sin desdén. Para ellos la agresividad es el mejor mecanismo de defensa. Algunas veces causan daño a todo lo que consiguen a su alrededor, sea personas u objetos, y generan grandes molestias en la comunidad, lo que ha favorecido el incremento de la eutanasia.    

La reproducción de los seres vivos es parte de la naturaleza, el ciclo natural de la vida. Los perros no deciden nacer, ya que actúan instintivamente. Tener consciencia de este hecho es el factor clave para reaccionar.

A través de los años, millones de personas se han sumado a la lucha contra el abandono de mascotas. El desarrollo de campañas a favor de los derechos de los animales, ha tenido resultados satisfactorios.

¿Qué hacer si ya ocurrió el embarazo?

Si el embarazo es inminente y los cachorros vienen en camino, lo más sensato es encontrar un lugar donde ubicarlos, y existen sitios de acogida para tal fin. En consecuencia, la alternativa de adoptar permite adquirir un animal de compañía que se encuentre en situación de calle, es una oportunidad de hacer el bien, y evitar que el perro pase el resto de su vida en un refugio, o tristemente tenga que ser sacrificado.

Todas estas acciones tienen un efecto positivo, pero no han sido suficientes. La estrategia más efectiva para evitar camadas de perros indeseadas, definitivamente es la esterilización. Es preciso crear mecanismos de promoción y difusión, para cambiar la mentalidad, y tener una perspectiva diferente en este aspecto.  

En resumidas cuentas, los animales de compañía son parte de la familia y precisan de cuidados y atención. El aseo, la salud y la alimentación son aspectos primordiales.

El mayor gesto de amor que cualquier persona puede manifestar hacia su mascota, es cuidar responsablemente su sexualidad. Los embarazos no planificados causan muchos inconvenientes, y dejar los cachorros a la deriva es un acto cruel. Si el deseo es que no procreen, la esterilización es la decisión más acertada.

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