Sánchez propone como solución al conflicto de Cataluña, votar el estatuto de 2006 que fue declarado, en parte, inconstitucional

Desgraciadamente para España, los últimos tres presidentes que ha tenido este país, han sido lo peor de lo peor.

En nuestra opinión, Rodríguez Zapatero, un tonto, pero tonto como no se había visto antes.

En nuestra opinión, Mariano Rajoy, un presidente que actuó cobardemente ante el desafío separatista.

Y por último, el actual inquilino de la Moncloa, en nuestra opinión, el peor de los tres por fatuo, ignorante, inepto y con decisiones rayando la estupidez.

En estos dos meses, Pedro Sánchez no ha podido hacer más disparates. Disparates a los que aludiremos en otro artículo más adelante.

Pero lo último, ya sobrepasa cualquier calificativo negativo que se le pueda aplicar a quien lo mejor que le podríamos desear es que se marchara para su casa. 

Durante una entrevista concedida este lunes en directo a la Cadena Ser, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se ha pronunciado a favor de que se celebre un referéndum en Cataluña sobre el autogobierno.

"Queremos dialogar y resolver una crisis política. El hecho final tiene que ser una votación", ha aseverado Sánchez, insistiendo en que "ley y diálogo" es la respuesta a la crisis política en Cataluña.

Sin embargo, el líder del Ejecutivo ha subrayado que si se celebra un referéndum en Cataluña no será sobre la autodeterminación, sino sobre autogobierno. Según ha detallado Sánchez, una posible consulta popular en Cataluña se centraría en "un nuevo Estatuto".

Propone un referendum para Cataluña en el que se vote un estatuto de autonomía. Un estatuto que ya fue votado en 2006 y que, en muchos de sus artículos, fue declarado inconstitucional en 2010, y que, en uno de los artículos declarados inconstitucionales,  sería la Generalidad quién podría, incluso, nombrar a los jueces. ¿Se imaginan un instrumento como ese en manos de los corruptos nacionalistas?.

Sigue el presidente lo que le están dictando desde el PSC, léase Iceta, y se está liando de forma estúpida, un día sí y otro también, en un tema al que solo cabe aplicar una solución. Un 155 duro y excluyente.

Pero el presidente sigue a lo suyo. ¿Y qué es lo suyo? Generar tensiones nuevas que nos terminaran por llevar, de nuevo, a un crisis económica y social sin precedentes.