Lumbalgias y cervicalgias, principales lesiones por los malos hábitos posturales en el trabajo

Lumbalgias y cervicalgias son algunas de las patologías más comunes derivadas de los malos hábitos posturales en el trabajo, un aspecto que, Leticia González, fisioterapeuta y supervisora del Grupo ICOT, vinculado a Hospital Parque, asegura que se puede evitar con medidas preventivas.

 Coincidiendo con la celebración, el próximo sábado, del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo,  insiste en la necesidad de que la población tome conciencia de mantener una buena higiene postural de cara a evitar que este tipo de patologías se hagan crónicas e impidan el desarrollo de la actividad laboral, teniendo en cuenta su elevada incidencia en lo que a las bajas en el trabajo se refiere.

 Leticia González señala que la prevención de estas enfermedades requiere la adopción de determinada pautas, entre las que se encuentra evitar el sedentarismo. Para ello, recomienda practicar ejercicio al menos durante 30 minutos al día y explica que  determinadas disciplinas, como la natación, el pilates o el yoga, dirigidas al mantenimiento global del cuerpo, contribuyen a mejorar el estado físico.

 La fisioterapeuta del Grupo ICOT añade que otro aspecto se centra en evitar las posturas mantenidas, tanto de pie como sentados. En este sentido, es necesario realizar movilizaciones y activar la circulación cada 30 o 60 minutos.

 Por otro lado, insiste en la importancia de adoptar una postura correcta. En el caso de trabajos que se realizan sentados, debe optarse por utilizar sillas adecuadas y recurrir a la ayuda de reposapiés o apoyos para la muñeca si es necesario. También se debe evitar cruzar las piernas con el fin de favorecer el riego sanguíneo.

 El calzado juega un papel clave para aquellas actividades que se desarrollan mayoritariamente de pie. Leticia González insiste en que debe ser adecuado y que no sobrecargue la planta del pie, un aspecto que, añade, puede resolverse a través de la utilización de plantillas adaptadas.

 Por otro lado, en los puestos de trabajo que conlleven el movimiento de peso se recomienda sujetar la zona lumbar con faja y compensar el peso de la carga con los dos lados del cuerpo.

 Leticia González señala que estas pautas forman parte también de la terapia que se aplica cuando se produce algún tipo de lesión, que se manifiesta a través de dolor, agarrotamiento y hormigueo de los miembros superiores o inferiores.

 A ello se suma la aplicación de fisioterapia manual y electroterapia para eliminar la sobrecarga y las contracturas existentes.

 El tratamiento incluye, además, la realización de ejercicios específicos para reforzar la musculatura de la zona afectada. En este sentido, afirma que la actitud e implicación del paciente juega un papel fundamental para su recuperación.