Septiembre, cuando acaban las vacaciones y se reanuda la vida laboral, es, particularmente, un mes mariano: ya, al comienzo, la fiesta de la Natividad de la Virgen, el 8, elegida como Patrona ( protectora) en infinidad de municipios, ciudades y regiones o Comunidades Autónomas: por ejemplo, en Extremadura, la Virgen de Guadalupe, cuyo nombre portan tantas extremeñas ( en 1928, recibió el título de Reina de las Españas o de la Hispanidad); en Asturias, la Virgen de Covadonga, querida y venerada en toda España; en Salamanca, la Virgen de la Vega, cuya fiesta da inicio a sus ferias y fiestas; en Valladolid, Nuestra Señora de San Lorenzo, Patrona y Alcaldesa Perpetua de la ciudad del Pisuerga (Alcalde y concejales acuden a la Santa Misa en la catedral, presidida por el Arzobispo. Este año, en la parte posterior de su manto, llevaba bordado el escudo municipal). El 12, la fiesta del Dulce Nombre de María, onomástica de tantísimas españolas ( María, María del Carmen, María del Pilar, María Dolores, María del Mar...). Siguen otras fiestas marianas señaladas: Nuestra Señora de los Dolores, el día 15, y Nuestra Señora de la Merced (La Mercé, 24 de septiembre, fiesta mayor de Barcelona).
Se cumplió la profecía de María en su vista a su prima Isabel: “Me llamarán Bienaventurada todas las generaciones, porque el Señor hizo cosas grandes en Mí” (Magnífica). La devoción a la Santísima Virgen está extendida por el Orbe cristiano: católicos, ortodoxos y anglicanos aclaman a Santa María, la Virgen Madre de Dios, y la veneran con mucho amor. Ella es Reina de Cielos y Tierra, Consoladora de los afligidos, Protectora de navegantes y Reina de la Paz. Bajo su amparo nos acogemos y le pedimos que nos defienda del enemigo, del demonio , siempre dispuesto a perdernos con engaños; pero la Virgen Inmaculada le pisa el calcañal. Sin Ella, ninguno escapa del Maligno. San Bernardo de Claraval decía: “en las tentaciones, mira la Estrella, invoca a María”. El Venerable Padre Tomás Morales animaba desde su experiencia: “La Inmaculada nunca falla”. Para ir a Jesús, el camino más corto y seguro es su Madre: “A Jesús por María”.
¡Cuánto necesitamos la protección de la Virgen...!, a nivel individual, familiar, como pueblo y en el plano mundial. Que Ella, Madre de la Vida y Reina de la Familia y de la Paz, traiga la Paz a una Europa en Guerra, una Europa que debería estar unida y propiciar la Paz en el mundo entero. La ONU, cuyo propósito - se dijo- era asegurar la Paz, parece olvidada de sus principios fundacionales.
Josefa Romo Garlito
